
A
la hora de escribir un relato, hay que decidir qué tipo de narrador se
adoptará. Los hay de muchas clases. Está, por ejemplo, el narrador omnisciente,
que lo sabe todo sobre los personajes y sus circunstancias y experiencias. Es
una especie de dios que maneja a sus criaturas como a marionetas. Es muy propio
de la novela decimonónica, aunque hoy día se sigue utilizando. Está, también,
el narrador testigo, que sólo puede contar aquello que ha visto y de lo que
tiene pruebas o indicios. Es más difícil de manejar y más típico de la
narración de los siglos XX y XXI. Hay más. Pero también tenemos que tener en
cuenta el tipo de persona verbal que adopta dicho narrador, algunas compatibles
con lo antes dicho y otras no. El narrador en primera persona, por ejemplo, es
propio del relato intimista. El que usa la tercera persona, compatible con el
omnisciente, suele ser más objetivo. Pero hay uno, más raro y difícil de
manejar pero muy atractivo para el escritor, que es el que queremos trabajar en
la actividad de esta semana. Se trata del narrador en segunda persona. En este
tipo de historias, el narrador se dirige a un “tú” o un “vosotros”, de manera
que implica de cabeza al lector en lo que está contando. Esta es su mayor
virtud. Por eso, engancha al receptor desde el primer momento. Lo hace
partícipe del proceso creativo. Es muy interesante este recurso y son pocos los
que lo han utilizado. No es fácil. Entre otras cosas, se ha de utilizar, de ser
posible, el tiempo presente. Hay que tener en cuenta que el lector está aquí y
ahora. Pero tiene sus compensaciones. Al
mismo escritor lo emociona la sensación de estarse comunicando con un “no sé
quién” y convirtiéndolo en personaje de su narración. Pongo tres ejemplos para
que se entienda mejor:
“Levemente,
iluminan otras luces que son corazones de plata, frascos de cristal, vidrios
enmarcados, y sólo detrás de este brillo intermitente verás, al fondo, la cama
y el signo de una mano que parece atraerte con su movimiento pausado. Lograrás verla cuando des la espalda a ese firmamento
de luces devotas.Tropiezas al pie de la cama; debes rodearla para acercarte a
la cabecera. Allí, esa figura pequeña se pierde en la inmensidad de la cama; al
extender la mano no tocas otra mano,
sino la piel gruesa, afieltrada, las orejas de ese objeto que roe con un
silencio tenaz y te ofrece sus ojos rojos: sonríes y acaricias al conejo que
yace al lado de la mano que, por fin, toca la tuya con unos dedos sin
temperatura que se detienen largo tiempo sobre tu palma húmeda, la voltean y
acercan tus dedos abiertos a la almohada de encajes que tocas para alejar tu
mano de la otra".
De
“Aura”, de Carlos Fuentes
“Pasas una noche agitada, el sueño es un
flujo intermitente y atascado como la lectura de la novela, con sueños que te
parecen la repetición de un sueño siempre igual. Luchas con los sueños como con
la vida sin sentido ni forma, buscando un diseño, un recorrido que debe de
haber, como cuando se comienza a leer un libro y no se sabe, aún en qué
dirección te llevará. Lo que quisieras es la apertura de un espacio y de un
tiempo abstractos y absolutos en los cuales moverte siguiendo una trayectoria
exacta y tensa; pero cuando te parece que lo has logrado adviertes que estás
quieto, bloqueado, forzado a repetirlo todo desde el principio”.
De “Si una noche de invierno un
viajero”, de Italo Calvino
“Esta mañana, te despiertas en la
penumbra de otro amanecer de enero, con una luz difuminada, grisácea,
penetrando en el dormitorio, y ahí está el rostro de tu mujer vuelto hacia ti,
los ojos cerrados, aun profundamente dormida, las mantas subidas hasta el
cuello, asomando únicamente la cabeza, y te maravilla lo preciosa que está, lo
joven que parece, incluso ahora, treinta años después de la primera vez que te
acostaste con ella, al cabo de treinta años de vivir bajo el mismo techo y
compartir la misma cama”.
De “Diario de invierno”, de Paul
Auster
Bien. Espero que se haya comprendido. La
actividad de esta semana consistirá en lo siguiente: Escribir un pequeño relato
en segunda persona, utilizando el recurso que se ha explicado más arriba. En
esta ocasión, las aportaciones no se harán en twitter sino aquí, en el blog, en
forma de comentarios a este post, y se realizará entre el lunes 26 y el viernes
30 de mayo. Se firmarán, por favor, con el nombre real y también con el nombre
de twitter. Todas se comentarán y se corregirán si procede. ¡Buenas creaciones!